martes, 14 de julio de 2015

Lagrimas de cocodrilo

Salgo a la calle y pinto el cielo de amarillo limón y cierro los ojos…vuelvo a sentirme como cuando era un niño.

Las fantasías que perseguía, estaban escondidas debajo de mi cama, y un hada pequeñita era la que me la custodiaba.


Labios de un color rojo que pintaban las sabanas que me tapaban, esa dulce almohada que por la noche me enamoraba, de un plumazo se esfumo.


Eran cuatro las paredes que me separaban de lo bello, ahora se han convertido en el cuadro de mis sueños, los cuales voy pintado de los colores que iba inventando, dejar que seque las acuarelas  mientras se consumía la vela de la pasión.


En mi cuello un amuleto que me regalaron, sentí como el viento intento arrebatármelo, pero pudo más mi corazón.


Siempre estoy con mis historias algunas alegres y otras no tanto, pasare por encima de las iglesias y me besaran todos los santos, llorare a destiempo creando unos bonitos cuentos que con la cosecha se harán menos jóvenes, pero con más talento.  


Siento que todavía estas, cuando despierto empiezo a llorar, quito a las aves todas sus plumas, estoy haciendo unas alas para poder estar junto a ti.


Quisiera volar tan alto, que no se vea la tierra ni el asfalto, el mar ni las montañas y maldeciré a esa guadaña que nos ha alejado sin tan siquiera podernos despedir.


Poco a poco según va pasando el tiempo, brotara esa semilla que tengo en mi interior, las regare con esas novelas que te gustaba tanto leer sentado en tu salón.


Ese el duelo…desenfunda tu pistola más rápido, el sol ya no calienta, ni la luna me enseña la letras de esa canción, por lo tanto la tormenta no moja porque se ha hecho mayor.

Iré por el camino, llorando lágrimas de cocodrilo.                                                           


Campanas que ahora doblan y no dejan que se escuchen mis palabras, tendrán su castigo, pues su sonido a mí ya no me asusta. 



Dedicado a mi Padre. Hoy cumpliría 70 años, BESOS aya donde estés