viernes, 8 de mayo de 2015

GLADIADOR

Arde mi cabeza, que estudian mis pensamientos. Quizás como almas en pena o tal vez como mil demonios ansiosos de deseos. Fundo mi rostro delante del espejo, que alivio con agua del estanque de mis ambiciones. Extraño y saco conversación con mi propia imagen que se tapa los oídos para no escucharme, está cansada de que siempre le cuente lo mismo. Rayo con una piedra en forma de cruz, repetidas veces hasta no verme reflejado en él. Mientras tanto mi sombra negra y enfermiza no aguanta mi peso y se rompe a mi paso, ya no tengo nada que me pertenezca, y mi voz la perdí en el mes de abril. Tambores que suenan y retumban mis oídos y un fuerte pitido no para de zumbar por mi interior, saltare de lo más alto, rozare el cielo, moriré en pleno vuelo por sentirme un pájaro burlón. Triste desembarco de marineros muertos, ahogados en el intento de sentirse parte del mar..... 



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